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| Mi agradecimiento al colaborador involuntario anónimo. He procurado respetar su identidad y valorar esta profesión de tanto riesgo, dicho sea con el natural respeto. (sin él ésta entrada no hubiera sido posible... ni igual) Pero no os equivoquéis: que él no os impida ver el árbol, el auténtico protagonista; me da escalofríos verlo tan "pelón" en esta época y lugar (en Pucela hace un frío de carajo...). |
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