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Desde comienzos de la Edad Media, el BIERZO es tierra de monasterios: ya en el siglo XII su número ascendía a 37. De entre ellos , éste de SANTA MARÍA DE CARRACEDO, es uno de los más importantes.
Se asienta entre frutales y las huertas a orillas del río Cúa. La reina doña SANCHA mandó erigirlo en 1138 sobre las ruinas del antiguo monasterio del Salvador, destruido por Almanzor.
En 1203 se incorporó al Císter y desarrolló un enorme prestigio y poder, hasta la invasión napoleónica y las desamortizaciones eclesiásticas provocaron su abandono, pasando por una situación lamentable, hasta su afortunada restauración en 1988.
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| La historia de Santa María de Carracedo se refleja en los estilos artísticos que en él se conservan: los restos románicos en esculturas, portadas y capiteles; el gótico de la sala capitular y el Palacio de la Reina; y el neoclásico de la iglesia inacabada. |
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A Sur se sitúa el museo, que ocupa el refectorio, la cocina, la biblioteca y las estancias de invierno del abad. Al Este encontramos la iglesia, de una sola nave, que conserva sus portadas románicas del oeste y del norte. La sala capitular de transición al gótico tiene bóvedas de crucería, apoyadas sobre cuatro impresionantes columnas exentas.
Al Palacio de la Reina se accede por una escalera renacentista, y está compuesto por un oratorio, la singular cocina de gran chimenea y el MIRADOR, un hermoso pórtico de tres arcos desiguales finamente adornados , que compone una de las estampas más famosas del monasterio.
En esta galería fotográfica que os muestro, tenéis constancia de todo ello. Que os guste.
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