Doy gracias a "quien inventó los colores". O a quien inventó "el ojo capaz de ver colores". Sea como sea -no es el momento de ponerse filosófico- y parafraseando el dicho granadino, qué desgracia sería pasearse por un jardín (Parque Ribera de Castilla, en este caso) y ser ciego. Espero poder transmitir, visualmente, el maravilloso espectáculo que la naturaleza nos ofrece . Disfrutad tanto como yo lo hago cuando observo esta pluricromaticidad (si me permitís el palabro).
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