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| A mí me gustaría ser un CÍNICO. Peyoratívamente, cínico es alguien falso y deshonesto. Históricamente, los cínicos eran TODO LO CONTRARIO: honestidad extrema, crítica frontal a los vicios de la sociedad, crítica a la vida superficial y superflua, buscaban la unión con la naturaleza...eran "naturales" como la vida misma.Como dirían sus contemporáneos los epicúreos (si no me equivoco), lo natural (agua, aire, luz solar...) es lo más fácil de conseguir y lo que más nos satisface...en cambio, lo artificial (dinero, honores, riquezas, cuentas en paraísos fiscales, billetes de 500 euros, etc.), eso es difícil de conseguir y nunca "nos llegamos a hartar de ello"... Si chinos e hindúes vivieran en la opulencia despilfarradora y consumista de Occidente...este planeta se iría de viaje intergaláctico en cuestión de meses...Por lo que a mí respecta, y para no aparentar ser un "cínico", mea culpa. |
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| Éste sí que fue un filósofo muy singular (valga la redundancia). sus únicas posesiones eran un manto, un zurrón, un bastón, un cuenco (que tiró cuando vio que un niño bebía directamente con las manos, por lo que consideró que tampoco le hacía falta), y una lámpara con la cual caminaba alumbrando a los ciudadanos de Atenas y Corinto, buscando "un hombre honesto". Defendía a ultranza la autosuficiencia y la absoluta indiferencia por las riquezas o las opiniones de los otros (así no me extraña que se masturbara o hiciera sus necesidades, en público...para demostrar que no necesitaba de nada ni de nadie). ¡¡¡¡¡¡qué tipo más raro, ¿verdad?!!!!! Este es de los que hubiera mandado al infierno a los paraísos fiscales, y sus habitantes. Yo también, empezando (ya sabéis los que me conocéis) por Suiza. |
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