DINERO Y /& FELICIDAD.

El dinero no da la felicidad. Sí, ya lo sabemos. Pero una cosa es decirlo y otra asumirlo. Ganar más para gastar más y adquirir más cosas...parece difícil pensar que esto no nos dé más alegría. Pero cuanto más se investiga dicha cuestión, más nos demuestra la experiencia lo estúpido de la existencia de tales deseos.

LA CIENCIA
una vez más, da la razón a los filósofos de la antigüedad (entre los que destaca, DIÓGENES, en este tema, y del que ya os hablaré en otro momento). Está demostrado que aspectos como el amor o el placer son más importantes al definirnos como felices que el dinero. Un matrimonio agradable, por ejemplo, influye mucho más en nuestro grado de felicidad que la riqueza. Y también encontramos la otra cara de la moneda: una ruptura puede causar más infelicidad que un sueldo bajo.

LOS GRANDES SABIOS
de la historia llevan siglos diciéndolo. No ser tico no es obstáculo para la felicidad (lo que no quiere decir que haya que ser pobre por obligación: la pobreza sí genera infelicidad). De hecho, una vida suficiente, con lo básico, ofrece mayores probabilidades de serlo.

Hasta aquí , estos textos los he seleccionado de la revista de Filosofía Hoy, a la que estoy subscrito , y cuyo último número, el 55, habla de esto ... y más cosas interesantes.

Cuánto se habrá escrito sobre el tema. Y ahora llego yo...y os doy la receta mágica. Pues va a ser que no . Simplemente os doy mi opinión, que intenta ser fundamentada, no necesariamente, verdadera.

Además de todo lo anterior, con lo que estoy de acuerdo, quiero añadir lo siguiente, eso sí sin pontificar ni dogmatizar, aunque sí, probablemente, sin evitar ese tic profesional y profesoral que forma mi segunda naturaleza, para bien, para mal, y para todo lo contrario:

1.- Conozco personas -no muchas, no os vayáis a creer- con pasta, con bastante pasta...y no las veo, proporcionalmente, más felices de que lo estamos la mayoría de los mortales. Es verdad que tienen solucionados unos problemas, pero , también constato que se han creado otros, consecuencia de ese superávit económico.

2.- Estoy con Sócrates ("absolutamente necesarias son muy pocas cosas"...) y con Aristóteles (hay que tener lo necesario, pero el resto...moderación), y con Maslow (y su pirámide de necesidades e innecesidades...). Y con otros que valoran más otras cosas no económicas, como la amistad (Epicuro). Decían los epicúreos que las necesidades más fáciles de satisfacer y que más placer nos causan , son las naturales : respirar, beber, comer, descansar, evacuar, sexo... y poco más.

Que hay que tener lo necesario, evidentemente.

Pero , a partir de cierto punto, y sobre esto recuerdo haber visto algún experimento, el aumento de..."dinero", no supone aumento de felicidad. Después de todo, si tuviéramos el dinero de esos que aparecen en Forbes, para poder darle una "utilidad en términos de felicidad", qué tendríamos que hacer...

¿ Además, no hay otros valores (una vez satisfechas las necesidades básicas: comida, bebida, vivienda, educación, sanidad) que nos hacen más felices?: amistad, amor, cultura, educación, empatía, deporte, viajes, pasear, jugar la chinchón, etc.