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| Para empezar.....no es un montaje...sino una casualidad. Pero sí quiero que sea un homenaje a estas aves, porque nos han acompañado en nuestro primer viaje desde "París", porque son aves de buen augurio: pronto llegará la primavera, porque eran intocables, no se las podía matar ni con perdigones, porque , en mi infancia, alegraron mi vista cuando venían, en grandes bandadas a pernoctar en los "picos" de la catedral de León y me quedaba alelado viendo lo equilibristas que eran, porque limpiaban -eso se decía- los campos de culebras y sapos. Por eso, y mucho más, va por ellas. |
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